Cinco razones para tener una bici plegable

Las bicicletas plegables son una muy buena alternativa para realizar viajes combinados con otros medios de transporte, pero no solo eso. Aquí te comparto más razones por las que una bicicleta de este tipo hará tu movilidad más sencilla y dejarás atrás el coche como la única opción. 

 1. Accedes a la multimodalidad 

La multimodalidad no es otra cosa que combinar distintos medios de transporte, de esta manera facilitas tus viajes y hacemos que el espacio se libere de vehículos motorizados que tanto nos están dañando.

El objetivo es que, a través de la combinación de los distintos medios de transporte a los que puedas acceder, tu viaje sea más rápido y eficiente.

Quizá a algunas veces te convenga iniciar tu viaje en bici rumbo al Metro, Metrobús, tren, o camión y al final, cuando bajas del transporte público, concluyes el viaje en tu bici. De esta forma estarías ahorrando muchísimo tiempo y dinero.

2. Economía de espacio

Cuántas veces no has pensado en comprar una bici (o quizá una más) pero ya no tienes suficiente espacio para guardarla. La ventaja de una bicicleta plegable es que prácticamente te cabe debajo de una mesa. No necesitas tanto espacio.

3. Dónde estacionar la bici en el trabajo 

Uno de los aspectos más preocupantes de alguien que viaja en bici al trabajo o escuela es el temor de no encontrar un sitio seguro para estacionarla, así que con la posibilidad de tenerla a tu lado esto cambia por completo el panorama.

Son muy raros aquellos lugares que te impiden entrar con tu bicicleta plegada, si te encuentras con alguno, alega firmemente que tu bici plegada ya no ocupa el espacio que tanto les preocupa (ah pero eso sí muchos lugares de estacionamiento para estorbosos coches).

4. Resiliencia

Si bien la bici ya es resiliente, es probable que alguna situación te orille a parar tu pedaleo, en ese momento una bici plegable es tu aliada.

Algunas dificultades como la lluvia, la noche e incluso una pinchadura cuando no sabemos reparar, se resuelven plegando tu bici y accediendo a otro medio de transporte (el que tú elijas).

El objetivo es que, sin preocupaciones, tú decidas cuando rodar y cuando bajar el ritmo.

5. Llévala a tus viajes

Este es uno de mis puntos favoritos porque con mi bicicleta plegable he conocido varios rincones turísticos y es que, uno de los gastos que casi nunca contemplamos en nuestros viajes está relacionado con los traslados durante nuestra estancia en el destino que visitamos ¡y vaya que es una lana!

Si vamos a un museo, si vamos a una playa nueva, si vamos a desayunar, comer y cenar, lo que sea que requiera pedir un taxi, Uber, camioncito local, metro o la gas del vehículo rentado (más el costo de la renta del auto) o del auto propio.

Así que con una plegable no solo conoces un destino de una manera diferente sino te ahorras una lana y es más fácil llevarla en un avión.

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