Día Mundial de la Bici

¿Conmemorar o celebrar?

El 3 de junio es el Día Mundial de la bicicleta, decretado oficialmente por Asamblea General de las Naciones Unidas en abril del 2018.

Y creo que esta vez yo quiero  conmemorar, porque casi todo el año hablamos de los beneficios de su uso. Hablamos de sus bondades, del poder de máquina de propulsión humana que tiene la señora bici.

Pero de la invisibilidad de los humanos que la usamos, poco se dice.

Hoy también se conmemora en honor a todos nuestros compañeros a quienes les han arrebatado la vida y, créanme, quisiera no tener que escribir esto, que no sucediera y que la famosa “Visión Cero” fuera una realidad a nivel mundial.

Que nunca tuviéramos que hablar de víctimas de hechos viales. 

Libre

En bici me siento libre, siempre. Me siento poderosa, fuerte, feliz, pero casi todas las veces también me siento invisible.

Tanto así que se me ha obligado a portar cosas que hagan saber a los usuarios de los vehículos motorizados que ahí estoy; a señas , a gritos, a timbrazos,  a punta de luces brillantes y colores vivos. Cómo sea, que sepan que estoy ahí y que quiero llegar a salvo a casa.

La invisibilidad

En bici también me he enfrentado a una dolorosa discriminación; porque la ciudad no está hecha para las bicis, dicen los renuentes al cambio. Porque estorban, porque entorpecen el tránsito … y no, ninguna de las anteriores es real.

¿Les ha pasado que llegan algún lugar y les dicen que no pueden entrar con bici? A mí sí, muchas.

¿Que los vehículos motorizados circulan a centímetros de sus indefensos cuerpos como si no estuvieran? Muy a menudo.

¿Que les digan “por ahí pasas” refiriéndose a un espacio pequeño e inseguro, cuando ustedes tienen derecho a circular por un carril completo si así lo desean y necesitan? Seguido.

¿Que les invadan la ciclovía completa como si fueran transparentes y pudieran atravesar los estorbosos vehículos motorizados? A mí sí y me enfurece; y me hace actuar en consecuencia.

Todo lo anterior como una consecuencia de privilegiar la movilidad motorizada durante décadas, por encima de la tranquilidad de nuestras calles, de la salud pública y, lo peor, de la vida.

Pero, ¿por qué surgió este día?

“Reconociendo la singularidad, la longevidad y la versatilidad de la bicicleta, que lleva en uso dos siglos, y que constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar el 3 de junio como Día Mundial de la bicicleta”.

Pero no solo queremos documentos vacíos, queremos un verdadero respeto a la vida y a la elección de movilidad.

Que todos los días sean días de la bici. Porque el simple hecho de haber decidido tomar la bicicleta como alternativa de transporte, los hace seres políticos. Sin ser su intención, su presencia en las calles ya es la revolución misma.

En honor a  nuestros hermanos ciclistas, en honor a cada una de las víctimas de hechos viales.

Share this post