EN BICI AL PIC-NIC

Desde niña desarrollé mi más profunda personalidad de cursilería. De escribir cartas y canciones. De enviar detalles a mis cercanos y no tan cercanos. De salir de pic-nic y hacer que los días tuvieran momentos para recordar toda la vida.

El simple hecho de tomar la bici me ha dejado experiencias inolvidables, pero si a eso le añadimos ir de pic-nic, la anécdota tiene el doble de sentido.

Así fue un domingo. No lo pensé tanto y mucho menos lo planeé. El mantel de cuadritos lo tenía porque antes había ido de campo con mi familia, así que lo busqué, lo subí a mi canasta, añadí un kit corta queso; elegí mi sombrero bonito, pasé a la vinatería por un tinto y con esto me armé el mejor de los días de “En bici al pic-nic”. La compañía ni les cuento, solo les dejo saber que es ciclista y siempre me hace segunda en las locuras que se me ocurren.

Escribiendo esto tuve que hacer una pausa, porque mis recuerdos me llevaron a buscar a la prima con quién crecí como mi única hermana mujer: Fernanda. Entonces le pregunté si recordaba que en 2011 fuimos de pic-nic. Buscamos la única foto que tomamos del momento y nos pusimos a recordar esos días de bici, bosque y buena onda.

Ella es Fernanda y este fue nuestro pic-nic en 2011

Curiosamente también habíamos ido en bici pero fue un desayuno. En aquella ocasión nuestro menú fue cereal, lechita y fruta. Lo pasamos igual de padre, ¡un pic-nic en bici!

Lo tenía que recuperar en este texto, me trae muchos buenos recuerdos.

Pero a donde quiero llegar con estas historias que para mí son joyas, es a compartirles que he aprendido a disfrutar la bici en sus muchas modalidades; es mi medio de transporte, es mi vehículo de la felicidad, mi mudanza en por lo menos dos cambios de casa que he tenido en los últimos años, pero también ha sido el motor para realizar actividades recreativas como un pic-nic.

Aquí les desgloso cada parte de ese último día de campo que realicé en el Bosque de Chapultepec, uno de los parques urbanos más importantes de la Ciudad de México y en los que se respira pura plantita.

¿Qué llevé?

* Mi bici Trek, es la que soporta mucho peso
* Mi canasta Bontrager, es metálica y se coloca con mucha facilidad en el rack de mi bici, que también es marca Bontrager
* Ligas para sujetar mi carga. Las consigues en la tlapalería
* Mantel. Lo conseguí en una tienda de telas, pague súper barato por metro de tela. Compré uno azul y uno amarillo
* Corta queso. Lo tomé de mi cocina, pero funciona igual llevar una tabla porta caliente con un cuchillo sencillo
* Copas (si piensan echar vino)
* Jamón serrano, ¡Me encanta!
* Cerezas y nueces para seguir comiendo
* Chocolates, ¡soy súper chocolatera!
* Una bolsa para la basura, no debemos deja rastro de que estuvimos ahí.

La verdad es súper sencillo, nada caro y lo que gastarías en transporte público o gasolina lo ahorras yendo en bici. Elige un parque cercano, a uno o más acompañantes y pásala súper chido.

¡La experiencia de ir al pic-nic en bici es única!

Si te animas a hacer tu propio pic-nic, por favor regresa a contarme cómo te fue.

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Comments (2)

  • Daniel Leal

    Excelente texto, transmites esa emoción de la experiencia. Reconozco que no me había planteado la posibilidad de hacer picnic en bicicleta, pero con esto me he abierto el panorama. Saludos.

    julio 24, 2019 at 10:16 pm
  • Bryan

    Que bien se escucha, y más si es en bici. Nunca lo he hecho, pero ahora me han dado unas ganas enormes de tener esa experiencia. Espero pronto poder hacerlo.

    Gracias por compartir Maya.

    Saludos

    julio 25, 2019 at 1:18 pm

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